lunes, 20 de mayo de 2013

Consejos para editar un vídeo

¿Cómo editar y montar un vídeo?

Parece complicado, pero no lo es tanto. Empecemos por una visión general que permite prevenir antes de curar.
Gracias al recorrido que hemos hecho previamente por el lenguaje audiovisual y algunas técnicas, como el Stop Motion, los conceptos que maneja ya no nos resultarán extraños.

 

Fuente: Educación Plástica del IES as Barxas.

Stop Motion

Qué es

"El stop motionanimación en volumenparada de imagenpaso manivelafoto a foto o cuadro por cuadro es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.
En general se denomina animaciones de stop motion a las que no entran en la categoría de dibujo animado, ni en la de animación por ordenador; esto es, que no fueron dibujadas ni pintadas, sino que fueron creadas tomando imágenes de la realidad. Así pues, el stop motion se utiliza para producir movimientos animados de cualquier objeto, tanto rígido como maleable. Como los juguetes, bloques de construcción, muñecos articulados o personajes creados con plastilina.
Podríamos también definir esta forma de animar como la animación en estado puro, debido a que se construye el movimiento fotograma a fotograma; manipulando el muñeco con las propias manos, así como trabajando con otros materiales (plastilina, arena, recortes de papel, tizas sobre suelos y muros...) de manera progresiva, hacia adelante, sin posibilidad alguna de retroceso".
Fuente: wikipedia.

Experiencias

Fuente: CEDEC, Ministerio de Educación: Stop Motion.

De qué nos va a servir

Podemos crear escenarios imaginativos donde situar escenas y secuencias que nunca podríamos tomar en un paisaje real: un vuelo en avión, un amerizaje, una isla en el Océano.
Para conseguirlo, bastará con: 
- construir una sencilla maqueta, sea con ilustraciones, sea con fotos trucadas.
- recrear los personajes principales por medio de muñecos o figuras articuladas.

Vamos a utilizar una aplicación de iPad: iMotion, así como el programa Stop Motion de Linux en nuestros miniportátiles (si conseguimos instalarlo). Además, puedo disponer de una herramienta con la misma funcionalidad del programa Pinnacle en mi ordenador.
Así que, ¡adelante!

Tutorial




Fuente: Educación plástica del IES as Barxas

Podríamos descargar aquí el programa MonkeyJam.
Pero nosotros vamos a hacerlo con un método más sencillo: grabamos los planos con iMotion o Stop Motion, y luego los editamos con MovieMaker (descargable con Windows Essentials) o con Pixorial (en línea).
Acerca de la edición trataremos en la siguiente entrada.

Continuidad narrativa


Continuidad

Parece evidente que las tomas han de ser contempladas como fragmentos de un todo. La continuidad es la función que interrelaciona espacial y temporalmente un plano con el siguiente. La continuidad permite cuando se ven dos planos seguidos, asociarlos como consecutivos aunque estén rodados en lugares y, evidentemente, momentos distintos.

Elementos del raccord


En otras palabras, un personaje se encuentra en el hall de su casa a punto de salir; la escena puede estar rodada en el decorado de un estudio y el plano continuo, en el que le vemos salir de la casa, se ha registrado días después a kilómetros de allí; sin embargo, el respeto de una serie de normas profesionales y condicionantes técnicos nos permitirán apreciarlos en pantalla como continuos. Estos elementos a respetar serán, la luz, el decorado, el vestuario, el actor, el maquillaje, el sonido y la dirección de mirada o movimiento y en su conjunto reciben el nombre de raccord (o continuidad en los planos). Alguien hizo un símil con las costura: "el raccord cose los planos sin que se vea el hilo".

Eje de acción


Para mantener una geografía clara en los espacios de la realización cinematográfica y audiovisual se parte de una normativa muy precisa que se articula a partir del concepto de eje:
- eje escénico o de acción: sigue a un personaje móvil o se adapta al eje de miradas de los personajes inmóviles. 


- eje de cámara: la línea imaginaria que coincide con el punto de mira del objetivo de la cámara.

Todas las normas de composición del lenguaje audiovisual toman como base el eje escénico y el eje de cámara. De hecho se acostumbra a dividir la escena según el eje de cámara, diciéndose que tal o cual personaje está a la derecha a la izquierda o en el eje.



Movimientos de cámara

Tipos básicos: paneo y travelling


El paneo o la panorámica es un movimiento sobre el eje horizontal (el más habitual), vertical o diagonal. Las panorámicas se suelen hacer apoyada la cámara sobre la cabeza del trípode pero en ocasiones se ven algunas hechas a mano, mucho más inestables. Pueden ser de carácter descriptivo, una panorámica sobre un espacio o personaje; de acompañamiento, siguiendo a un elemento en movimiento; o de relación, asociando a más de un personaje. La panorámica realizada tan rápida como para emborronar la imagen se denomina barrido y se utiliza como recurso estilístico.

En los travellings  la cámara se desplaza en relación al escenario; se realizan colocando la cámara en unos raíles para facilitar su movimiento. Lógicamente, pueden ser de avance, de retroceso o de acompañamiento. Los travellings dotan a la imagen de dinamicidad al variar la perspectiva con el movimiento de la cámara. Con mucha frecuencia se dice que el travelling es el movimiento más hermoso, "una cuestión de moral", como llegó a afirmar el siempre provocativo Jean Luc Godard.

Otros movimientos más efectistas

El movimiento de Zoomo travelling óptico, es aquel en el que el punto de vista o perspectiva de la cámara no cambia, únicamente lo hacen las dimensiones de la escena en el interior del cuadro gracias a los objetivos de focal variable. Un zoom nunca cumple la función de un travelling. Su impresión óptica es diferente y por ello transmite valores distintos. Su uso reiterativo conlleva un modelo de narración efectista muy habitual en el cine de los años 60 y principios de los 70.

El steadycam es un movimiento libre de la cámara. Se consigue con un sistema de suspensión y absorción del movimiento que permite al operador realizar tomas de seguimiento en situaciones imposibles para un travelling; por ejemplo, subiendo una escalera o a través de los árboles de un bosque. 

La Grúa hace referencia -por el artificio técnico que utiliza- a un movimiento amplio ascendente o descendente para situar la cámara a grandes alturas, como por ejemplo en la dramática secuencia de los heridos postrados en la estación de tren del film Lo que el viento se llevó (1939). La pluma es un movimiento corto ascendente o descendente para equilibrar el cuadro al variar la altura de los elementos. Ambos movimientos son considerados por muchos como travellings verticales.

El más simple

La simple y común cámara en mano es un movimiento inicialmente asociado al punto de vista subjetivo. Se transmiten a la imagen y, por consiguiente, al espectador, las vibraciones del operador de la cámara: caminar, correr, caer. 
Sin embargo, últimamente se ha enriquecido el significado del movimiento de cámara asociándolo a una sensación realista por su herencia del reportaje televisivo y a los efectos violentos o de tensión (por ejemplo persecuciones en el cine de terror).

Fuente: Media-Cine, Ministerio de Educación / CNICE: "Los movimientos de cámara".



EL GUARDA (CLIMAX)


Y Jack se puso a correr mientras los ladrones le perseguían. Ya no podía respirar de lo cansado que estaba. Intentó llamar a su hija pero no contestaba y recurrió a llamar al jefe de los ladrones, el cual le dijo:

Jack: No hagas daño a nadie.

Joseph: ¿por qué te tendría que hacer caso?

Jack: Haré lo que tu quieras pero no hagas daño a nadie

Joseph: Quiero que digas a los de ahí fuera que exijo un helicóptero dentro de 3 horas.

Jack: lo intentaré (Joseph colgó)

Jack entonces se puso a vigilar todas las tiendas del centro comercial a ver dónde estaban los ladrones. Llegó a la tienda de los videojuegos; entonces los ladrones lo vieron y empezaron otra vez a perseguirlo.

Jack trató de planear cómo iba a eliminar a los ladrones uno a uno, porque no podía con todos a la vez.

Desde arriba vio a un ladrón que lo estaba buscando. Jack tenía miedo a las alturas pero pensó en su hija y en Isabela y se tiró desde lo alto.

Jack: Aaaaaaaahhhh!!!!!!!

Ladrón: NOOOOO!!!!!

Y Jack calló encima del ladrón el cual ya no podía casi respirar.
Jack empezó a quitarle la ropa cuando acabó le dio un golpe que lo dejó K.O y lo encerró en el baño de mujeres. La ropa que le habia quitado al ladrón se la puso el para que los otros ladrones pensaran que era de los suyos; pero fue un fracaso. Le reconocieron por lo gordo que era.

Ladrones: Eres tú!!!!
Jack: Sois unos ladrones. Nunca me cogeréis !!!

Jack descubrió que en la ropa que se había puesto había un arma. Vio a un ladrón y empezó a dispararle (lo mató).

Los ladrones también le dispararon. Una bala alcanzó la pierna de Jack. Ahora que no podía correr mucho por lo gordo que estaba y encima le habían dado en su pierna buena, Jack se fue a la puerta, ya que estaba cerrada, y empezó a abrirla.
La C.I.A consiguió entrar. Los agentes eliminaron a los otros ladrones.
Jack, Isabela y su hija se volvieron a reunir.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Una historia extraordinaria

Una niña que se llamaba María tenia siete años. Una noche soñó que venía el ejército a llevarse a su familia. Al día siguiente se lo dijo a su madre, y ella le dijo que no se preocupase que eso no iba a pasar.  Cuando la niña salió a jugar campo, vio un camión del ejército. Se preocupó mucho porque vio que estaba entrando a su casa. Entonces ella se escondió detrás de la casa y vio que se estaban llevando a sus padres. Lo siguiente que vio fue que su casa estaba ardiendo.  Empezó a llorar.
Después de pasar una noche entera, decidió ir al pueblo. Y mientras iba al pueblo se encontró con un convento, tocó a la puerta y una monja le atendió y le preguntó que qué le había pasado. La niña le contó todo y le preguntaron si tenía dónde pasar la noche. Ella les dijo que no. Las monjas le dijeron que se podía quedar un tiempo. Pensaron que se podía quedar más tiempo.
Pasaron dos años. El convento estaba atravesando malos momentos económicos. Las monjas tuvieron que llevar a la niña un orfanato. Cuando se lo dijeron se puso muy triste.  Le llevaron al orfanato y después de dos años la adoptó una familia de campo.
La niña se hartó y se escapó a la gran ciudad de Lamakum, donde conoció a otra niña huérfana que se llamaba Laura pero sus amigos le llamaban Laurita.  La niña, que era muy inteligente para su edad, se supo buscar la vida muy bien. Laura le enseñó algunos trucos de supervivencia en la gran ciudad como conseguir dinero rápidamente y sin mucho esfuerzo.
Su amiga la llevó a una casa donde vivían mas niños. Entre todos los niños reunieron todo el dinero, para gastos necesarios para la vida cotidiana. María ahorró un poco de dinero; en secreto compro buena vestimenta, para parecer una señorita.
Cuando caminaba por el centro de Lamakum, se encontró a Luis Ricardo, sobrino del rey Juan Carlos. Ella no sabia quién era él. Solo pensó que era muy rico y le podría ayudar a rescatar a sus padres, con ese dinero irse a vivir lejos de su país y así poder ser feliz.

FIN

Vivir en las nubes


Todos los días, María (una niña de 8 años) soñaba con ir a las nubes. Un día, María le preguntó a su madre (Alejandra) que cómo sería vivir en las nubes del paraíso y su madre le respondió que en las nubes del paraíso no se podía vivir. Como Alejandra vio que su hija se estaba poniendo triste, dijo rápidamente que si deseaba muy fuerte y con mucha ilusión su deseo se cumpliría. Alejandra quería intentarlo (por si acaso funcionaba) porque le habían dicho que las nubes estaban hechas de oro. Ella era muy avariciosa y lo intentó, pero como no tenía el corazón puro no lo consiguió.

La niña, inocentemente, quería llevar a su madre a las nubes porque sabía que quería ir y cogió un cochecito mágico que le había regalado su padre antes de morir del que Alejandra no conocía su existencia. Ya montada en su cochecito convenció a su madre para que subiera, y debido al corazón puro de la niña las dos subieron al cielo.

Cuando llegaron a las nubes del paraíso vieron que estaban todas cubiertas por una capa del más puro oro que parecía que no habían sido nunca mancilladas por la mano humana. Había también árboles de zafiro con manzanas de rubí. Madre e hija estaban en el principio de un camino de cristal tallado por encima de las nubes doradas. Con la boca abierta y nada más llegar lo primero que hizo Alejandra fue coger todo lo que le cupiera en las manos pero María (que era muy católica) la detuvo con una mano. Con expresión horrorizada le dijo que estaban en el paraíso, en un lugar sagrado, y que no debían mancillarlo con sus manos impuras.
Alejandra (que era atea) dijo que tenía razón y que deberían irse ya. La niña, aliviada, se subió al cochecito delante de su madre sin sospechar que en realidad no pensaba precisamente en desaprovechar ese tesoro...

Cuando llegaron era ya de noche y Alejandra e hija cenaron sopa de día anterior y se acostaron. Al día siguiente, Alejandra le hizo el desayuno a su hija y le dijo que iba el supermercado. María la creyó y se fue a jugar con sus juguetes. Mientras tanto, su madre cogió el cochecito mágico sin que la niña se diera cuenta y consiguió ir al cielo, porque mientras subía pensó en cosas bonitas y tuvo el corazón puro por unos momentos. Cuando llegó, se volvió a maravillar por la pureza de aquel lugar. Con una malévola sonrisa en los labios, Alejandra se dispuso a coger todo lo que le cupiera en las manos. En cuanto rozó la capa de oro que recubría las nubes, un temblor retumbó en todo aquel mágico lugar. Como salido de la nada, una enorme figura apareció sobrevolando el paraíso. Con una voz que salía de todas partes y a la vez de ninguna, la voz de aquel ser que se hacía llamar diablillo (era un diablillo menor, no muy poderoso, pero eso ya era suficiente para hacer temblar de miedo a una simple humana) le comunicó que era el dueño de aquel paraíso, ya que no podría osar una persona de corazón tan impuro como Alejandra siquiera entrar, cómo podía atreverse a intentar robar. Para castigarla, decidió atacarla. Alejandra, a pesar de estar muerta de miedo, tuvo la osadía de responderle diciéndole que cómo la pensaba atacar. Por toda repuesta, una horda de magníficos, blancos y puros ángeles armados apareció tras el diablillo. A la mujer le temblaban las piernas como flanes y con las escasas fuerzas que le quedaban y el corazón a mil por hora corrió a refugiarse detrás de un árbol dorado. El árbol, como respondiendo a las órdenes de su dueño, se apartó de modo que la mujer quedó a la vista de los ángeles. Con una mirada que parecía contener todo el universo y una fría sonrisa inexpresiva, el que parecía ser el capitán de la horda dio una orden y todos los ángeles tensaron los arcos cargados con manzanas doradas. A la segunda orden del capitán todas las manzanas fueron disparadas hacía Alejandra. Ella, con un grito se hizo un ovillo en el suelo para protegerse de la lluvia dorada.

Horas más tarde, Alejandra se levantó, herida y magullada pero milagrosamente viva. Con el orgullo por los suelos se puso de rodillas frente a las magníficas criaturas aladas pidiendo clemencia. El diablillo, al ver que los ángeles habían dejado de disparar, le dijo furioso al capitán que continuaran atacando. El ángel le fulminó con la mirada diciéndole que aquella mujer ya había sufrido bastante y que no era quien para mandarles a ellos, las criaturas divinas. Que ellos habían acudido sólo para castigar a una humana retorcida que osaba entrar en el paraíso, pero que no pensaban matarla. El diablillo, muerto de miedo, bajó la mirada en señal de sumisión, y, de aquella forma, encogido del miedo, no parecía tan terrible, pensó la humana. Al ver el brillo de burla en sus ojos, el ángel se volvió a la mujer y la hizo encogerse de miedo. El diablillo, ya que no era rival para un ángel poderoso y menos a una horda entera de ellos, con una expresión aparentemente arrepentida, le dijo al capitán de los ángeles que para castigar su osadía le concedería a aquella pequeña mujer humana una explicación por lo que acababa de pasar. El ser alado asintió conforme, aunque en el fondo desconfiaba del ser demoníaco. Con una orden de su capitán, la horda se retiró. Una vez que los ángeles solo eran diminutos puntos en la distancia, el diablillo invitó a Alejandra a sentarse en unos sillones que parecían haber salido de la nada. Una vez sentados el diablillo se presentó como Yergol, y le empezó a relatar la historia. Yergol le contó con una sonrisa malévola que todos lo diablillos y diablos tenían como hogar un pequeño paraíso en las nubes, y que aquel era solo uno de los miles de paraísos que había en el cielo. Pero no solo eso, que dependiendo de tu clasificación social tenías paraísos mayores o menores. Alejandra se preguntó porque aquel ser del inframundo tenía interés en darle una explicación. Como si la hubiera escuchado, Yergol con una risa malvada le dijo que ahora que sabía los secretos de las criaturas del infierno tenía razones para matarla bajo la ley de los ángeles. Alejandra, horrorizada, se dispuso a que el gran hacha de Yergol la atravesara de parte a parte, pero algo la detuvo. Era María, que al ver que su madre tardaba tanto, había ido a las nubes ella sola sin necesidad del cochecito mágico, simplemente deseándolo y ahora estaba allí entre el hacha de Yergol y su madre. El demonio sorprendido, titubeó, y María no desaprovechó la oportunidad. Cogió a su madre de la mano y juntas salieron corriendo de la mansión de Yergol. Se subieron al cochecito justo a tiempo, pues el diablillo estaba persiguiéndolas. Antes de que llegara, ellas ya estaban en su casa sanas y salvas y, exhaustas, se tiraron al suelo y acordaron hacer como si nada hubiera pasado.

Redactado por: Adriana Solé Balbuena

martes, 7 de mayo de 2013

Guion técnico: planos por escena


Escena 15: cuando alba se ahoga por la serpiente PRIMER PLANO
escena 16: cuando alvaro habla con javier un PLANO CONJUNTO porque sale sonia inconsciente en el suelo.
Escena 17: cuando sonia habla con javier un PLANO MEDIO. Despues cuando habla alvaro un PRIMER PLANO. Y despues de que habla alvaro intervienen los demas en un PLANO AMERICANO.
Escena 18: cuando todos gritan un PLANO GENERAL UN POCO DESDE ARRIBA.
Escena 19: cuando todos abrazan a sus padres PLANO GENERAL.
Escena 20 21 y 22: las cuenta el narrador y son todos PLANOS CONJUNTOS de los personajes.

Lenguaje audioviosual: planos y angulación


El texto audiovisual se organiza en planos, secuencias y escenas.
El plano es la unidad mínima y se crea al abrir el objetivo y grabar hasta que se cierra.
Los planos se agrupan en secuencias (excepto el plano-secuencia), cada una de las cuales se compone de un marco espacial y temporal estable. Cuando cambia el escenario, se entiende que ha terminado la secuencia. Las escenas son unidades narrativas y dramáticas completas, estructuradas sobre un planteamiento, un conflicto o nudo, un clímax y un desenlace.
Los tipos de plano varían en virtud de la relación entre la cámara y el objeto o tema: si se centra en el marco o en el personaje, de mayor a menor amplitud. Su significado y su efecto en el espectador es distinto, además, según el ángulo de cámara.



miércoles, 10 de abril de 2013

Huyendo de la realidad


ESCENA I


NARRADOR.-  Nuestros personajes se encuentran en distintas zonas del instituto y reciben un whatsapp.

Alvaro.- chvls ns vms nl cls d mtmts.




ESCENA II

AULA DE MATEMÁTICAS

Alba (llega con Pedro).- Hola Alvaro.

Alba.- ¿Hay movida?

Alvaro.- Hola. Más que movida. Vais a flipar.

Pedro.- Cuenta.

Alvaro.- Cuando estemos todos.

Alba.- Pero… ¿de qué va?

Llega Sonia (irónica).- He tenido que estudiar Hebreo y Griego para descifrar el whatsapp. Espero que merezca la pena.

Alvaro.- Yo también me alegro mucho de verte.

Llega Javier.- Hola chicos. No me digáis que me tenéis preparada una fiesta sorpresa.

Pedro.- En tal caso la fiesta sería para mí, que cumplo….

Alvaro (expone): Quiero proponeros algo; Estos son los últimos días de clase del que será quizás el último año que estudiaremos juntos, quiero proponeros una experiencia para la que podemos aprovechar el viaje de fin de curso.  Consistiría en  viajar a algún lugar deshabitado, apartado de la civilización y sin los medios materiales y domésticos a los que estamos acostumbrados.

Javier.- Para eso hace falta dinero… al menos para despegar.

Alvaro.- Eso no va a ser problema, yo llevo ahorrando mucho tiempo para llevar a cabo este proyecto.

Sonia.- No creo que mis padres estén muy de acuerdo.

Alvaro.- También he pensado en ello.  Le diremos que es un proyecto de trabajo, un experimento para subir nota en la asignatura de sociales.

Pedro.- No seré yo el que ponga pegas, llevo mucho tiempo soñando con poder realizar algo así.  Podéis contar conmigo. ¿Y tú que dices Alba?

Alba.-  Tú ya sabes que no te dejo ir sin mí a ninguna parte. (Dijo con segundas intenciones).

Alvaro.- Entonces no se hable más sobre las posibilidades, ahora vamos a darle cuerpo al proyecto y a ultimar los preparativos.

Sonia.- Yo no voy a ningún sitio sin el secador.

Pedro (burlón).- Cuidado dónde lo enchufas.

(Pasan un rato preparando y aportando ideas).

ESCENA III


NARRADOR.- Se quedaron hablando sobre el tema el resto de la tarde, pues había muchas cosas que concretar y poco tiempo para preparar la partida.


Alba.- Chicos. Me tengo que marchar. Ya sabéis que mis padres me dejan ir donde sea, pero antes de las 10 en casa. ¿Me acompañas Pedro?

Pedro.- Sí. De todos modos el proyecto ya tiene forma y solo quedan algunos preparativos ¿no?

Sonia (irónica).- Claro. Si no quién le iba a dar las buenas noches a la princesita.

Javier.- Sonia no te celes, a ti aún te quedan 2 príncipes.

Alba.- Bueno, de todos modos que lo paséis bien. Y tú ya me contarás “ prin-ce-si-ta”  (Se marchan)

(Alvaro, Javier y Sonia en pie. Todos en tono muy burlón):

Javier.- Vos primero infanta.

Sonia.- ¡Oh!, no, después de vos, alteza.

Alvaro.-Hemos de retirarnos a nuestros aposentos, así que ruego a vuestras mercedes que nos dispenséis.

Sonia.- ¿Y no contareis un cuento de hadas a vuestra infanta esta noche?

Javier.- Su majestad y vuestra merced no habéis de preocuparos.  El príncipe sabrá dar nobles soluciones a vuestras aflicciones.

(Se marchan.)


ESCENA IV

AL PIE DE LA AVIONETA

NARRADOR.- Era evidente que no iban a contar con el beneplácito de sus progenitores por lo que se lo plantearon como una excursión escolar que solo duraría unos pocos días.

Unos días después se reunieron en el aeródromo donde el padre de Alejandro  tenía una avioneta de la que solía disponer para sus viajes de negocios.  Alejandro no poseía el carnet de piloto, pero si había estado dando clases y había volado varias veces ejerciendo de piloto con su padre.

Estaban todos ellos con el corazón en un puño y en ellos se mezclaban los sentimientos de ilusión por la aventura y miedo por las posibles consecuencias de su acción. 

Alvaro, Whatsapp.-  Nos vemos mañana a las 14 Hrs. A.m. en la nave de mi casa de campo.

(Sonia, Alba, Pedro y Javier llegan en un coche que saluda con el claxon).- bip bip

Alvaro.- Es la hora de emprender nuestro vuelo, subid al aparato y acomodaos.

Sonia.- Un momento, no sé si he echado el acondicionador de pelo.

Javier.- No es hora de dudar, el que esté vacilando sobre la decisión que se quede en tierra, pero desde luego no seré yo.


ESCENA V

EN LA AVIONETA


Sonia.- Pues  me siento al lado del piloto, porque atrás me mareo.

Alba.- Pues entonces a mí no me queda más que sentarme entre Pedro y Javier para sentirme protegida.

Javier.- Yo me voy a echar una siesta, así que me avisas cuando haya algo de que protegerte.

Pedro.- ¿Este aparato tiene airbag o paracaídas o libro de oraciones?

Sonia.- Déjate de tonterías.  Como sigas por ahí me quedo en tierra.

Alvaro.- Podéis estar tranquilos. Vamos bien equipados.  Os sugiero que os relajéis, os pongáis música con auriculares. Este aparato genera mucho ruido.

Alba.- Estoy deseando llegar, tumbarme en la arena blanca y cálida de la playa mientras un fuerte joven me da un masaje con aceites balsámicos a la sombra de una palmera…. (en tono soñador)

Sonia.- Esta niña se ha equivocado de vuelo.

Javier.- O de agencia de viajes.

Pedro.- El zumo de frutas tropicales con sombrillita te lo sirvo yo.

Alba.- Di que sí mi rey. Estos son unos aguafiestas que no tienen imaginación ninguna.

Javier.- Bueno. Lo dicho. Que ya entramos en mar abierto y el paisaje es muy monótono y aburrido.

Sonia.- Oooooh! Silencio. Que su Alteza tiene que descansar. (burlándose de Javier).



ESCENA VI


NARRADOR.- Habían pasado varias horas y estaban sobrevolando mar abierto, cuando…

Alba.- ¿Es normal que el motor del ala izquierda no eche humo y el derecho si?

Alvaro.- No, claro que no es normal, hace rato que noto que pierde potencia y ha bajado la presión del aceite.

NARRADOR.- No había terminado la frase cuando se produjo una fuerte explosión que tambaleo al aparato y conmocionó a sus tripulantes.  La histeria se apoderó de Sonia y de Alba, mientras que Pedro palideció y era incapaz de articular palabra. El avión empezó a perder altura a gran velocidad.

Sonia.- ¡Aaaaaaaahhhhh! ¡Aaaaaaaahhhhh! ¡Aaaaaaaahhhhh! (con pánico)

Alba.- Alvarooo. Haz algo. Pedro… Tengo miedo abrázameeee. (con voz temblorosa)

Javier.- ¡Mierda! ¿Sabes hacer un amerizaje?

Alvaro.- No lo he intentado nunca pero me dijeron que es más fácil que sobre tierra… cuando se trata de un hidroavión claro.

Sonia.- ¡vamos a morir! (asustada)

Javier.- Aquí no va a morir nadie, en cualquier caso tan sólo yo le partiré la crisma a Álvaro (calmando a Sonia).

Alvaro.- ¡Agárrense!


ESCENA VII


NARRADOR.- La avioneta al tocar agua hundió las patas de las ruedas en el agua y frenó casi en seco volcando hacia adelante en una pirueta que la dejó panza arriba.

Todos y en desorden.- Chillidos, quejidos, llantos y gritos de socorro.

Javier.- ¿Estáis todos bien?

Alba.- No. Pedro parece que está muerto.  Está sangrando por la cabeza (casi llorando)

Alvaro.- No está muerto, si fuera así no sangraría de ese modo.  Alba, tapónale la herida mientras yo y Javier preparamos la barca autohinchable.

Alba.- Javier, Sonia se ha quedado inmóvil, parece un ataque de histeria, ni siquiera se ha quitado el cinturón y está colgando de su asiento.

Javier (zamarreando a Sonia).- Responde princesa, que esta corte queda sombría sin tu presencia.  Vamos, que tenemos que sacar a Pedro hasta la barca como sea.

Alba.- Vamos cariño, que ya estamos a salvo.

Alvaro.- Hay que darse prisa, la avioneta está empezando a hundirse.



ESCENA VIII

EN LA BARCA


NARRADOR.- En pocos segundos entre Javier y Alvaro pasaron a la barca a Pedro y Alba lo hizo como pudo.  Faltaba Sonia,que se había quedado en la avioneta presa de un ataque de pánico.  Mientras la avioneta se hundía, Javier volvió a pasar dentro de la cabina y forzó a Sonia a salir de allí para ponerla a salvo

Javier.- Hagámosle sitio a Pedro que aún está semiinconsciente.

Sonia.- Esta anocheciendo, pronto no tendremos nada de luz.

Alvaro.- No te preocupes, tampoco nos vamos a perder gran cosa.

Alba.- Cómo nos encontrarán sin una señal luminosa.

Alvaro.- La balsa dispone de un par de bengalas.

Alba.- Pedro aún sangra, tenemos que hacer algo.

Javier.- Aquí no hay cobertura del 112, así que arráncale un trozo de camiseta y tapónale hasta que deje de sangrar.

Alvaro.- Estamos todos asustados deberíamos tranquilizarnos, ahorrar fuerzas y descansar a espera de nuevas circunstancias.

Sonia.- ¿Nuevas circunstancias?

Alvaro.- Sí. El avión tiene GPS  y no tardarán en encontrarnos.

Sonia.- Es mentira solo quieres darnos falsas esperanzas. ¡Vamos a morir!

Javier.- Sea como sea, si alguien tiene alguna idea mejor que no se la calle.

Pedro (Empieza a despertar).-  Dadme un poco de agua.

Alba.- No tenemos agua cielo, pero pronto nos rescatarán.

(Se miran unos a otros)

Javier.- Claro. Yo estoy deseando darme una ducha caliente.




ESCENA IX


El primero en despertarse fue Pedro aunque con un gran dolor de cabeza, aturdido e intentado asimilar la situación a la que no se acuerda como había llegado.  Sus ojos cambiaron cuando con los primeros rayos del alba, logró divisar entre la niebla algo que podría ser tierra firme.  Emulando a Rodrigo de Triana estiró el cuello y gritó “Tierra a la vista”.  Todos sus compañeros despertaron casi al unísono aunque con los ojos engurruñados, la adrenalina se apoderó de ellos y empezaron a remar con las manos y a gritar, exclamar, reír y llorar “Rema” ,”Tierra”, ”Dios mío”, todo ello sumaba un cóctel de importantes sensaciones.

Pedro.- ¡La ostia! Qué dolor de cabeza. 
(Abriendo los ojos y exaltado) ¡Tierra a la vista!

Alba.- ¿Cómo?!Tierra!

Sonia.- ¡Dios mío vamos tenemos que llegar!

Javier.- Vamos a remar con las manos,  no está muy lejos.

Alvaro.-  No hace falta que reméis, el viento ya nos arrastra hacia la orilla. En poco pisaremos tierra firme.

Alba.- Dios mío, estamos salvados.

Javier.- Claro. Y aparecerá tu príncipe azul y te iras con él en su caballo blanco.



ESCENA X

EN LA PLAYA

NARRADOR.- En cuanto pisaron la arena de la playa se dieron cuenta de la nueva y cruda realidad. Empezaron a vagar  como ausentes, como buscando algo que ahí no existía.  Ahora debían asumir el reto de sobrevivir en la isla, pero el panorama era muy diferente al que ellos habían previsto, todo el equipaje se había hundido con la avioneta: nada de víveres, ni utensilios, ni tiendas, solo contaban con un bote hinchable y las dos bengalas que este portaba.  Ante ellos, la dificultad de subsistir a partir de nada.  ¿Acaso no era ese el “Proyecto” que se habían propuesto?

Alvaro.- Hemos llegado, vamos a inspeccionar los alrededores de la playa a ver que recursos encontramos.

Javier.- Yo iré con Pedro y Alba por el levante y tú con Sonia por poniente.

Alba.- Lo que tenemos que hacer es buscar la forma de salir de aquí.

Javier.- ¿Acaso no era esto lo que estábamos buscando?

Pedro.- Una cosa es lo que habíamos planeado, pero esto no tiene nada que ver, ni el destino ni las circunstancias y sobre todo las previsiones.

Sonia.- Claro que no.  Nos ha ocurrido un accidente en el que podríamos haber muerto.

Javier.- No seré yo el que ponga impedimentos para salir de aquí, por el contrario colaboraré todo lo posible, pero mientras permanezcamos aquí, habrá que vivir de acuerdo a las circunstancias que tenemos.

Alvaro.- Todos sabíamos que estábamos tomando una decisión peligrosa y es evidente que todo nos ha salido mal y hemos de pagar las consecuencias.  Pero en cuanto a salir de aquí espero que no tarden mucho en encontrarnos, puesto que la avioneta llevaba GPS y no habrán tardado nada en darse cuenta de nuestra maniobra, ni en descubrir dónde se ha hundido en el mar. No debemos estar muy apartados del lugar.

Sonia.- Espero que no tarden mucho. Ahora echo de menos hasta mi cepillo de dientes.


ESCENA XII

Se separan en dos grupos. Pasados 5 minutos...

Alba.- Mira Pedro. Aquí hay un hueco en la roca podría servirnos de refugio.

Pedro.- Ya lo creo que sí. Además a unos metros hay varios árboles que parecen haber sido arrancados por alguna tempestad y podríamos usarlos como leña y para cerrar la cueva a modo de cabaña.

Javier.- Ya solo falta que aparezca Dios y nos prepare el almuerzo.


ESCENA XIII


Alvaro (llega por las espaldas de Javier).-  No hará falta Dios.  Hemos encontrado un arroyo de agua dulce que a los alrededores tiene numerosos árboles frutales.

Sonia.- Aquí traemos muestra de ello. (Mostrando una cesta improvisada con hojas y llena de frutas). ¿A quién le apetece un maracuyá o como demonios se llame esto?

Alba.- Al menos tienen pinta de estar frescos y jugosos.

Pedro.- Me apunto a intentar echar algo en el estómago antes de nada.

Javier.- No tenemos que olvidar que debemos construir un refugio antes de que llegue la noche.

Sonia.- Eso les tocará a los chicos. Alba y yo hemos de asearnos y arreglarnos como nos corresponde por ser damas.

Alvaro.- Evidentemente estas circunstancias nos han puesto de mejor humor. Esperemos que se hayan acabado las desgracias.

Pedro.- Bueno pues busquemos un sitio donde comer algo a la sombra, que a mí aún me duele la cabeza. 

Javier.- (Ofreciendo su brazo a Sonia).- Mademoiselle

Sonia.- (Aceptando).- Vaya, he dejado de ser princesa para ser señorita. (riéndose)

NARRADOR.- La isla fue generosa con ellos, les brindó abundantes frutos silvestres tropicales, agua dulce, cobijo y hasta lecho para dormir.  El primer día transcurrió bien, tuvieron tiempo de descansar y hasta de divertirse dándose un baño. 



ESCENA XIV 

EN LA CABAÑA DE LA PLAYA.

NARRADOR.- Siguieron hablando y sobre todo planificando como iban a pasar el resto del tiempo que les quedara allí.  Querían organizarse un poco para las necesidades que les pudiesen ir surgiendo: alimentación, descanso, aseo o riesgos del medio.

Pero Alvaro había acertado plenamente en sus predicciones y en el continente ya se habían percatado de la maniobra de los muchachos y se estaban preparando para salir en su rescate.  No pasarían muchas horas para que, una vez calculadas las coordenadas donde se hallaba hundida la avioneta, los vientos y las corrientes marinas de la zona,  partiese una misión en dos helicópteros de protección civil en los que también viajaba uno de los padres de cada uno de los muchachos.

Mientras, en la isla el día había transcurrido y habían preparado una tienda con algunos troncos y ramas de palmeras, también habían mejorado los camastros a base de follaje y cubriéndolo con amplias hojas verdes, incluso habían hecho un fuego utilizando para ello una de las bengalas.  La vida en plena naturaleza da mucho cansancio por lo que nada más oscurecer se dispusieron a descansar.

Alba.- Pedro. Acércate a mí, tengo frío, rodéame con tus brazos.

Javier.- Acaso insinúas que la fogata que he hecho no sirve para nada. (con ironía)

Sonia.- Anda Javi. No te pongas celoso, yo también necesito unos brazos que me den cobijo y seguridad. 

Alvaro.- Si estorbo me lo decís y me voy a dormir al bote.

Alba.- Aquí no estorba nadie ni nadie va a hacer nada que no sea dormir y descansar y como a alguien se le ocurra roncar ya me encargaré yo de echarlo de la isla.

Sonia.- Y el que menos estorba eres tú… La verdad es que la vida dependiente de la naturaleza resulta agotadora.  Espero que descansemos  y que mañana hayamos despertado de esta pesadilla.

Alba.- Sonia. Sin ofender. Pero mira que eres pija. A propósito ¿Te has cepillado los dientes?(burlona)

Javier.- Bueno chicas tengamos la fiesta en paz, que aquí navegamos todos en la misma barca (calmando los humos)

Pedro.- Yo me apunto.  Agradecería que os pusieseis a dormir. Aún me duele la cabeza.


ESCENA XV


NARRADOR.- No habrían pasado un par de horas desde que se habían acostado cuando a Javier lo despertó algo parecido a gemidos o pequeños quejidos que provenían de la zona donde estaban descansando Pedro y Alba; al principio no puedo evitar pensar….Y no se atrevió a moverse, pero la curiosidad fue más fuerte y alzo un poco la cabeza para observar.  Lo que vio fue muy diferente a lo que imaginaba, se trataba de una gran boa constrictora que se había enrollado al cuello y al tórax de Alba y la estaba asfixiando.

Javier.- ¡Albaaaaaa.!

Sonia.- AHHHHH! Socorrooooo!

NARRADOR.- Se levantó en dirección a los restos de la fogata donde cogió uno de los troncos que aún estaban ardiendo y yéndose para Alba, no dudó en acercarlo al cuerpo de la inmensa boa, que al sentir el calor se contrajo mucho más pero inmediatamente cesó la acción y se alejó del lugar.


ESCENA XVI


Alvaro.- Pedro, a Alba le cuesta trabajo respirar, vamos a intentar reanimarla.

Javier.-Sonia. Sonia. Reacciona.(reanimándola) Ya ha pasado el peligro y se ha alejado la serpiente.

NARRADOR.- Todo había ocurrido en muy pocos segundos,Sonia conmocionada con un ataque de pánico parecía que quería gritar pero no le salía ni un hilo de voz.  Pedro parecía ayudar a respirar a Alba abriéndole las vías respiratorias e insuflando aire en sus pulmones.  Javier con el tronco en mano a modo de antorcha, echaba un vistazo por alrededor para verificar que se había alejado el peligro y Alvaro intentaba hacer reaccionar a Sonia con pequeñas bofetadas como caricias mientras no perdía de vista las maniobras de Pedro.  Pasaron varios minutos para que todo volviera a la seminormalidad, ahora los que nos estaban llorando a lágrima viva, estaban al menos con el llanto en los ojos.  Se consolaban unos a otros y se abrazaban, habían pasado unas situaciones muy estresantes y necesitaban desahogarse. Además en sus caras se reflejaba la desesperación y que comenzaban a dudar de sus posibilidades.


ESCENA XVII


No habían salido aun de este estado cuando en el silencio de la noche se dejó oír el poderoso rugir de las hélices de los helicópteros que acudían a su rescate.

Sonia (Histérica).- No puedo. No debí engañar a mis padres y haceros caso. Estáis todos locos. Quiero irme de aquí.  No aguanto más…. Escucháis eso, es que nadie más escucha eso.

Javier.- Tranquilízate.  Nadie más escucha nada.  Qué es lo que estas escuchando.

Alvaro (en voz baja).-  No ha aguantado la presión, la cabeza le está jugando una mala pasada.

Sonia.- ¡Que no estoy loca! ¿Es que nadie más escucha ese ruido como de helicópteros?

Pedro.-  Sí yo también lo oigo.

Alvaro.-  Vienen a rescatarnos.  Al fin han dado con nosotros. Lo siento, Sonia.

Alba (Tose).- Estamos salvados. (Tose) Por fin salvados. (Tose)

Pedro.- Alba. Respiras. Respiras. Respiras.

Alvaro.- Javier. Coge la bengala que nos queda y hagamos señales desde la playa. Chicos… rápido tenemos que intentar ser vistos.  Si pasan sin vernos pueden darnos por perdidos.  Corred.


ESCENA XVIII


NARRADOR.- Inmediatamente Alvaro se apresuró a encender la bengala que aun conservaban y comenzó a agitarle dibujando una media luna desde la orilla de la playa. Los muchachos pasaron en un segundo de la desesperación al regocijo y la ilusión del que ve un espectáculo maravilloso, acompañados de gritos, saltos y risas nerviosas. Fue cuestión de segundos que los tripulantes de los helicópteros se alertaran de la señal y se acercaran a la gran explanada de la arena de la playa para tomar tierra.

Todos.- Aquí. Estamos aquí. Socorro. (Repetidas veces)


ESCENA XIX


NARRADOR.- Fue cuestión de segundos que los tripulantes de los helicópteros se alertaran de la señal y se acercaran a la gran explanada de la arena de la playa para tomar tierra. Los muchachos pasaron en un segundo de la desesperación al regocijo y la ilusión del que ve un espectáculo maravilloso, acompañados de gritos, saltos y risas nerviosas

Todos.- Mama.- Te quiero.- Qué habéis hecho.- Lo siento.- Pensé que no te vería mas.- Quiero irme de aquí.- Hijo mío.-


ESCENA XX


NARRADOR.- El resto de la operación rescate transcurrió como podréis imaginar: abrazos, lagrimas, llantos, miradas, las pocas palabras que se pronunciaban salían de las bocas de los miembros de protección civil que se limitaban a dar instrucciones y organizar la vuelta.



ESCENA XXI


NARRADOR.- A la vuelta de la aventura transcurrieron unos días algo turbulentos en cuanto al ánimo de nuestros excursionistas y de sus familiares, así como el ajuste de responsabilidades, pero aunque ese era el mundo de siempre, nada volvió a ser lo mismo. 
Sus amigos y conocidos, unos los miraban con admiración de la proeza, otros con recelo o envidia; la mayoría de sus familiares los trataban con respeto porque no sabían de lo que serían capaces de llegar a hacer. Ellos mismos habían cambiado. Una experiencia de ese calibre no deja a nadie indiferente; se veían más maduros y capaces de afrontar sus responsabilidades y asumir las circunstancias que a cada uno rodeaba en su vida.

ESCENA XXII

Alvaro fue a la universidad y comenzó a compartir con su padre los mundos de los negocios.

Pedro, Alba y Sonia también fueron a la universidad. Pedro y Alba siguieron saliendo juntos, aunque tenían pequeñas discusiones y se dieron cuenta de que lo primero eran los estudios.  Sonia terminó la universidad y se puso a trabajar en la moda junto a su ahora pareja, Alvaro. Entonces maduró y trabajo duramente hasta convertirse en una gran diseñadora de moda. Juntos lograron grandes cosas.

Javier se enroló en una misión humanitaria en el tercer mundo para así poder satisfacer plenamente sus necesidades de aventura, afecto y sentirse realizado.